Variedades utilizadas Airén, Chardonnay y Sauvignon blanc (30%).

La vendimia la realizamos de madrugada para proteger la uva de la oxidación. A esta hora se registra la temperatura mínima del día.

En bodega, después del despalillado y estrujado, se deja macerar el mosto con los hollejos para obtener precursores aromáticos. Para obtener una buena calidad, este proceso se realiza a bajas temperaturas. Después de la maceración procedemos a realizar el desfangado, también a baja temperatura. Aquí vamos a buscar dejar el mosto lo más limpio posible para que no aparezcan olores y sabores desagradables.

La fermentación a temperatura controlada (15 ºC) permite mantener los aromas generados, así como la elegancia que debe tener este tipo de vino. Debido a la ralentización del proceso de fermentación a causa de estas bajas temperaturas, podemos llegar a una duración de 1 mes. Esto añade más dificultad al proceso, por lo que obliga a extremar los cuidados para llegar a buen fin.

En boca es un vino intenso con ligera aguja y acidez, suavizado por su untuosidad y volumen. De entrada suave, es muy agradable, redondo, sin poder destacar ningún factor más que un agradable amargor que alarga su paso en boca.